martes, 25 de enero de 2011

San Martín de Fromista

Quisiera ser cariátide de tu vida
en tu templo románico
Siempre ahí, de pie, apoyándote,
soportándote,

yo, sigilosa e inmune
ante el frío del invierno
y el calor del verano

ante las alegrías de la primavera
y las nostalgias del otoño

sin perder la sonrisa que
me tallaste el primer día.

Quisiera ser tu cabecera,
tu bóveda,
tu ventana, tu campanario

Vibrar con tus vibraciones
atisbándote desde arriba
acariciando la brisa de tus fresnos
el olor de tus rosas

reflejándome en la pupila
de tus ojos de misterio indefinido.


María Galera